El objetivo de este modelo d economía es alargar la vida útil y el valor material, logrando reducir los residuos.
Cada día oímos más hablar sobre la economía necesidad y la importancia de aplicarla para proteger el medio ambiente y proteger el medio ambiente y los recursos del planeta.
Este modelo implica reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y aquellos productos existentes para reducir los residuos al mínimo, abandonando el modelo de usar y tirar.
La nueva economía basada en las 7 erres
Solo en la Unión Europea se producen 2.500 millones de toneladas de residuos al año, lo que evidencia la necesidad de ampliar el ciclo de la vida de los productos.
Carolina Ibáñez, gerente de Desarrollo Ambiental de Repsol, afirma que “la economía circular ya no es tendencia, es una realidad. La propia sociedad es una parte implicada, y cada vez más demanda ese cambio de modelo, el ser más sostenible, el ser más circular”.
Otro factor determinante es que más de la mitad de la población mundial se concentra en las ciudades. Esta parte de la población acapara el 60% de los recursos por lo que las ciudades son el principal foco dónde debe aplicarse este modelo.
Algo que puede ser complicado, ya que cada urbe es diferente en tamaño, población, infraestructuras, desarrollo, etc.
“Cada ciudad tiene una idiosincrasia. No es lo mismo una del norte de España que del sur. Ni una ciudad de más de un millón de habitantes que de menos” asegura el presidente de la Fundación para la Economía Circular.
Realmente no existe una solución infalible por sí sola, pero sí en conjunto aplicando la teoría de las “siete erres”. Rediseñar, reducir, reutilizar, reparar, renovar, recuperar y reciclar.
Escenarios de derroche
Las ciudades generan casi el 60% de PIB mundial, representando así el 75% de las emisiones de carbono y más del 60% del uso de los recursos, según la ONU.
Ante estos datos, existe esperanza. Se puede reducir el consumo, producción t extracción de materias primas si mermar el desarrollo. Tan solo es necesario hacer un uso más responsable.
Fuente: Cinco Días
