Las bombillas LED son una tecnología de iluminación de estado sólido que utilizan diodos emisores de luz para producir luz. A diferencia de las bombillas incandescentes, que emiten luz a través del calentamiento de un filamento, las bombillas LED generan luz al pasar una corriente eléctrica a través de un material semiconductor.
Los LEDS, también conocidos como diodos, son pequeños componentes optoelectrónicos pasivos que son capaces de emitir radiación electromagnética para generar la iluminación final del dispositivo. Las siglas LED vienen de su abreviación del inglés de: Light Emitting Diodo, es decir, diodo emisor de luz.
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Ventajas y beneficios de las bombillas LED
Las bombillas LED son muy eficientes energéticamente, ya que convierten la mayor parte de la energía eléctrica en luz en lugar de en calor, como ocurre con las bombillas incandescentes. Esto significa que consumen menos energía para producir la misma cantidad de luz, lo que las hace más económicas a largo plazo.
Otra ventaja de las bombillas LED es su larga vida útil. Pueden durar hasta 25 veces más que las bombillas incandescentes y hasta 3 veces más que las bombillas fluorescentes compactas. Además, no contienen mercurio ni otros materiales tóxicos, por lo que son más respetuosas con el medio ambiente.
Estos aparatos también son muy versátiles y se pueden utilizar en una amplia variedad de aplicaciones de iluminación, como en hogares, comercios y automóviles. De igual modo, son compatibles con una amplia gama de reguladores y controles de iluminación, lo que permite ajustar la intensidad de la luz según las necesidades.
Por último, son más seguras que otras tecnologías de iluminación, ya que no emiten calor ni radiación infrarroja ni ultravioleta. Esto significa que son menos propensas a provocar incendios o dañar los objetos cercanos. También son más resistentes a los golpes y vibraciones, lo que las hace ideales para lugares donde la iluminación puede ser golpeada o sacudida, como en garajes o sótanos.
