María Guardiola, líder del Partido Popular (PP) en Extremadura, ha modificado recientemente su postura respecto a VOX. Esta medida ocurre en medio de tensiones internas y presiones de la dirección nacional del PP.
Guardiola emitió una carta a la militancia y a los altos cargos del PP extremeño. En ella, postergó una reunión clave prevista para abordar las conversaciones con VOX. Esta maniobra representa un cambio significativo. Se produce tras una crisis que se desató la semana pasada debido a la falta de acuerdo y al endurecimiento del tono en la Asamblea de Extremadura.
La carta de Guardiola parece indicar un deseo de rebajar la tensión con VOX. Es un intento de preparar el terreno para un entendimiento entre PP y VOX, necesario para formar gobierno en Extremadura. Esta solución se contempla con la vista puesta en las elecciones generales del 23 de julio.
La líder del PP en Extremadura ha expresado que «el diálogo es imprescindible«. Esta postura es una novedad, pues la semana pasada amenazó con nuevas elecciones por su negativa a incluir a VOX en el gobierno.
Guardiola ha destacado que el PP extremeño ganó 28 escaños y el 39% de los votos en las elecciones del 28 de mayo. Sin embargo, ha reconocido que no podrán formar gobierno sin el apoyo de los cinco diputados de VOX.
El cambio de postura de Guardiola es clave para Feijóo
La presión sobre Guardiola para llegar a un acuerdo con VOX surge de la dirección nacional del PP. El objetivo es evitar que esta situación sea un problema para Alberto Núñez Feijóo en las próximas elecciones generales. Ahora, sólo hay dos opciones viables: o VOX rebaja sus expectativas, o Guardiola cede e incluye a VOX en su gobierno.
Esta situación pone de manifiesto la influencia creciente de VOX en la política española. El Partido Popular se ve obligado a confrontar esta realidad.