La tendencia del interiorismo vintage, también conocida como ‘cottage core’, ha experimentado un notable resurgimiento, encantando los hogares con su elegancia atemporal.
Este movimiento implica sumergirse en el diseño vintage y darle un nuevo giro a la decoración, no solo por motivos estéticos, sino también como una apuesta por la sostenibilidad al rescatar y apreciar piezas de otras épocas.
El ‘cottage core’, en esencia, celebra la pasión por el pasado, reflejándose en la elección de muebles y accesorios de antaño. Al rescatar estas piezas, no solo se les otorga un nuevo significado, sino que también se crea un ambiente único impregnado de nostalgia y personalidad. Este enfoque personal se extiende por todo el hogar, desde el salón hasta el baño, convirtiendo la decoración en una expresión auténtica de individualidad.
Mobiliario inspirado en el pasado con marcas actuales.
La elección de muebles antiguos no solo embellece el hogar, sino que también contribuye a la creación de espacios muy personales. La combinación de estilos decorativos, junto con elementos básicos o contemporáneos, da como resultado hogares únicos y acogedores. Además, marcas modernas inspiradas en el pasado están produciendo diseños vintage con materiales contemporáneos, como bañeras lacadas en colores vibrantes y butacas de diseño que fusionan el encanto del pasado con las comodidades actuales.
La mezcla de estilos en los hogares ‘cottage core’ es evidente, integrando elementos vintage con mobiliario más grande y detalles como lámparas o láminas decorativas. La clave está en saber qué se busca, permitiendo que lo vintage aporte su encanto a cualquier espacio.
La búsqueda de piezas vintage se ha convertido en una emocionante actividad, abarcando muebles, ropa, joyas, utensilios y obras de arte con al menos 10-20 años de antigüedad. La posibilidad de heredar estas piezas o adquirirlas en tiendas de segunda mano, mercadillos o anticuarios agrega una dimensión única al proceso de decoración.
Un modalidad que apuesta por lo sostenible.
La sostenibilidad y la economía circular son valores fundamentales en el resurgimiento del interiorismo vintage. Muchos muebles vintage destacan por su calidad duradera, permitiendo que perduren en excelentes condiciones con el cuidado adecuado. La restauración de cueros y tapicerías no solo da nueva vida a estas piezas, sino que también fomenta el trabajo artesanal y promueve un enfoque más sostenible en la decoración.
El encanto nostálgico del interiorismo vintage se extiende por toda la casa, desde el salón hasta la cocina y los cuartos de baño. La elección cuidadosa de piezas, combinada con materiales como terrazo, madera oscura, latón y superficies espejadas, crea un ambiente unificado impregnado del distintivo halo vintage.
La paleta de colores en el interiorismo vintage es otra manifestación de su encanto atemporal, con tonos terrosos, granates, azules oscuros y verdes botella que se entrelazan para recrear la estética vintage. Acompañados por papel pintado, estos colores se convierten en aliados esenciales para evocar la nostalgia y dar carácter a cualquier espacio.
¿Una moda pasajera?
El interiorismo vintage, en su expresión ‘cottage core’, no solo es una tendencia, sino un regreso a la elegancia del pasado. Incorporar piezas con historia embellece los hogares, cuenta historias, fomenta la sostenibilidad y refleja un estilo de vida que valora la calidad y la singularidad. Así, cada hogar que abraza el encanto vintage se convierte en un testimonio de la atemporalidad y la sofisticación del pasado.
La popularidad de las tendencias estéticas puede fluctuar con el tiempo, pero el «cottage core» ha demostrado ser más que una moda pasajera para muchas personas. Muchas personas adoptan este estilo de vida como una forma de escapar del ritmo acelerado de la vida moderna y buscar una conexión más profunda con la naturaleza y las cosas simples de la vida.
