El impacto del 5G aumentará su eficiencia dentro de sectores como la industria, la tecnología o la sanidad, implementando más volumen de negocio y sus ventajas competitivas.
La digitalización incrementó su importancia durante la pandemia por Covid19 al presentarse como una necesidad primaria para el conjunto de la sociedad. En este proceso, la nueva red de telecomunicaciones, 5G, jugará un papel relevante, incrementando el interés por adoptar esta nueva tecnología.
La Agenda España Digital 2025 sitúa el 5G como uno de los 10 ejes estratégicos, con el que prevé una inversión pública de 20.000 millones de euros en los próximos dos años.
María Teresa Arcos, directora general de Telecomunicaciones y Ordenación de los Servicios de Comunicación Audiovisual, ha destacado que el proceso de adopción de esta nueva tecnología será más complejo que con las versiones anteriores, el 4G o 3G. Se estima que el 5G hará crecer el PIB mundial en 1,3 billones de dólares en 2030, gracias a las mejoras en su calidad, tanto por su diseño, eficiencia y productividad.
Impacto en la economía
Según señala Vanesa González Prieto, responsable de telecomunicaciones en PwC, “El impacto económico del 5G afectará a todas las industrias y al sector público”.
Un informe del Foro Económico Mundial sitúa al 5G como la causa de un crecimiento económico que superará los 13 billones de dólares en 2035. Otro campo que se encontrará entre los grandes beneficiados será el sector sanitario. La tecnología presenta un gran potencial en avances médicos, que serán aún más estimulados por el 5G. González Prieto señala que más de la mitad del impacto económico de la nueva tecnología se producirá en el sector de la salud y la sanidad.
El sector agrario también experimentará cambios. La agricultura comenzará a digitalizarse con sensores que permitirán controlar el regadío, y tendrán cobertura, incluso, las áreas más despobladas donde el 4G apenas llega.
El 5G no sustituirá la mano de obra. Todo lo contrario, se convertirá en un complemento para mejorar su competitividad.
Fuente: ElPaís
