Imprentas y editores, preocupados ante la incertidumbre, el gran incremento del precio y la escasez de materias primas para fabricar papel.
Actualmente, el mundo del libro está viviendo una situación extraña y de preocupación. Por ejemplo, algunos libros no llegarán a la campaña de esta Navidad, de entrada, por culpa de la escasez de papel, pero también por las subidas y por un incremento general de los suministros y un bloqueo del transporte, que ha afectado a diversas industrias del mundo.
No solo los libros se ven afectados, sino que esta problemática está afectando profundamente a otros ámbitos como el educativo. La impresión de tesis que cada año solicitan los estudiantes se vuelve, de la misma forma, más difícil de realizar y más complicado de entregar a tiempo. Las empresas de este sector está buscando soluciones como, por ejemplo, realizar los pedidos de forma online y acelerar así los procesos.
Un caso práctico es el del sello Contraseña, que está viviendo traumáticamente la carencia de estas materias primas esenciales: «A principios de septiembre la imprenta nos informó de que se había terminado la cartulina que utilizan para imprimir la cubierta de nuestros libros y que hasta mediados de octubre no la recibirían. Esto hizo que se retrasaran las tres reimpresiones que teníamos previstas y que descartáramos sacar la primera novedad que teníamos para el otoño. Los problemas con el abastecimiento de papel nos han afectado de lleno. Obviamente, la preocupación por este tema es máxima«, aclara Alfonso Castán, editor del sello.
Luis Aranda, responsable de Gestión Comercial de Tipolínea y colaborador en la imprenta filial de Edelvives, realiza una pequeña consideración acerca del problema del papel: «Es cierto que ha habido una subida de precios, un fuerte incremento tanto en el cartón como en el papel para hacer ‘packs’, cajas, estuches, portadas en cartulina, cartón y demás. Además, hay problemas con las fabricaciones grandes, antes daban unos plazos de fabricación de un par de semanas y ahora se están yendo a mes y medio o dos meses. Esa es la tendencia; tal como está todo, esperamos que después de Navidades se estabilicen las cosas. A día de hoy es un mercado un poco incierto», atestigua.
Aumento del coste del papel
En este futuro incierto, cada vez que el usuario necesite imprimir tesis, documentos educativos o usar la impresión en aplicaciones más industriales, tendrá que asumir un mayor desembolso por la subida en el precio del papel.
Paco Ortiz, de Ino Reproducciones (centrado especialmente en cómics y libros infantiles), aclara que el sector está atravesando una época difícil. La inexistencia de materia prima impide que las producciones cumplan los plazos establecidos y que la impresión sea cada vez más difícil.
“¿Por qué? Mi explicación es que las fábricas han programado una producción en función de lo que ellas habían previsto. Grandes editoriales de España y de los países europeos imprimían en China y ahora no es tan rentable. Los chinos han subido precios, con los transportes hay muchos problemas y el precio de los ‘containers’ se ha disparado por siete… Traer un ‘container’ debía costar unos 2.000 dólares (1.747 euros) y pasó a 15.000 (13.000 euros)», advierte Ortiz.
Fuente: Heraldo