El Banco de España alerta que el 93% de las categorías de alimentos registra una inflación “extremadamente elevadas” en términos históricos.
El INE reveló recientemente un aumento del 12,9% en los precios de la alimentación y las bebidas no alcohólicas respecto al 2021. Además, el Banco de España ha arrojado datos bastante alarmantes. Entre ellos un 56% de encarecimiento en el precio del aceite desde enero de 2021
Los expertos prevén un encarecimiento mayor de cara al próximo año. Es el doble efecto de que los fertilizantes estén caros. En primer lugar, encarece la actividad agrícola y repercute sobre el precio de los productos.
Además de ese efecto, este puede repercutir de ora forma. Si los precios del gas continúan creciendo, esto puede repercutir en que las cosechas sean malas. El encarecimiento de los fertilizantes implica que los agricultores puedan usarlos menos y por tanto aumente la posibilidad de las malas cosechas.
El Banco de España señala en su informe que en los mercados de futuros alimenticios se apunta a una tendencia a la baja en los próximos años.
Por este motivo, las cosechas del próximo año dependen del avance del conflicto en la frontera europea. La invasión rusa de Ucrania y las consecuentes sanciones económicas de los países occidentales en la práctica han expulsado a Rusia del mercado para estos países. La consecuencia principal ha sido el desacerbado encarecimiento del gas.
Posibles medidas para limitar la inflación
En el caso de que los alimentos continúen la escalada de precios, se plantea poner ciertos límites contra la inflación. En mayo, la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (ASEDAS), ya pidió al Gobierno una rebaja del IVA en los alimentos. Los expertos creen que esa medida es más que aceptable, ya que contribuyen a que los precios se abaraten.
Fuente: Infolibre
