El streaming musical se ha consolidado como canal principal para escuchar música. Y aunque tiene muchas ventajas, la experiencia del consumidor ha perdido ese “romanticismo” de las portadas firmada por el artista o la cuidada estética del vinilo.
En décadas pasadas, las portadas de los discos para la industria musical eran sus cartas de presentación y algunas de esas carátulas se han convertido en una especie de obras de arte. Forman parte ya de nuestra memoria, piezas visuales como las que ilustran las portadas de discos de The Beatles, Joy Division, Nirvana…
Los álbumes eran tan icónicos y significativos para la marca musical de un artista, que muchas de las portadas de los discos son reconocibles hasta hoy. Ilustraciones, fotografías y obra de grandes pintores; todo vale cuando de comunicar y publicitar se trata. Pero, además, una elección acertada en la carátula es garantía de éxito y el pasaporte necesario para forjar la leyenda de un artista.
Adnan Lotia, es un creador digital que aprecia el arte de las portadas de los discos y ha adoptado su propia forma de recrearlas. A través de sus redes sociales comparte muchas de sus reproducciones de álbumes de música, todas ellas construidas de forma creativa utilizando piezas de LEGO.
No sólo eso, sino que le gusta jugar con las palabras y recrear los títulos de los álbumes que crea, como Brick side of the Moon, The Rolling Bricks, Fleetwood Brick, Dire Bricks. El trabajo de Lotia supone un novedoso giro de tuerca, o deberíamos decir de bloque Lego, a la recreación de piezas visuales que pertenecer al imaginario colectivo.
Fuente: Cultura Inquieta.
