Las plagas no avisan. Una mañana abres el trastero y descubres un reguero de cucarachas campando a sus anchas. O en plena reunión de vecinos alguien menciona que en los falsos techos del edificio se han colado roedores. Ahí es cuando surge la pregunta: ¿a quién llamamos?
Elegir una empresa de control de plagas en Madrid no es algo que haya que dejar al azar. La oferta es amplia, pero la calidad y seriedad varían mucho. Aquí te explicamos qué conviene tener en cuenta antes de contratar y qué puedes esperar del servicio.
Señales de que necesitas un profesional
Las trampas caseras pueden funcionar para un par de hormigas despistadas en la encimera, pero cuando el problema se repite o se expande, es el momento de llamar a un especialista. Roedores, cucarachas, chinches o incluso termitas requieren un tratamiento profesional si no quieres que el problema vaya a más. En edificios antiguos del centro, por ejemplo, es habitual que las plagas se instalen en conductos y rincones que ni imaginabas.
Qué debe ofrecer una buena empresa
En Madrid hay empresas de control de plagas con décadas de experiencia y otras que parecen surgir de la nada. La diferencia la notarás en pequeños detalles:
— Inspección previa: un técnico debería visitar el lugar antes de darte un presupuesto cerrado. Si alguien te lo da “a ojo” por teléfono, desconfía.
— Métodos y productos: pregunta siempre qué técnicas utilizan. Las empresas serias están al día con normativas europeas y emplean productos menos tóxicos para personas y mascotas.
— Certificaciones: busca empresas inscritas en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Biocidas. Es garantía de que cumplen los requisitos legales.
— Seguimiento: las plagas no suelen desaparecer en una sola visita. Una buena empresa planifica revisiones posteriores y te ofrece garantías.
Qué puedes esperar del servicio
El proceso suele comenzar con una inspección minuciosa. El técnico identificará la especie y el nivel de infestación. Después, te explicará el plan de acción, que puede ir desde colocar cebos y trampas hasta aplicar tratamientos más intensivos. En muchos casos, será necesario cerrar ciertas zonas durante unas horas o incluso ventilar bien el espacio antes de volver a usarlo.
Si se trata de chinches o termitas, la cosa se complica un poco más: pueden requerir tratamientos por calor o inyecciones en la madera, y los plazos son más largos.
Un último consejo
No esperes a que la situación sea insostenible. Cuanto antes se actúe, más fácil, rápido y económico será solucionarlo. Y recuerda: una buena empresa de control de plagas no solo elimina la plaga, sino que también te orienta para evitar que vuelva. En una ciudad como Madrid, con su clima y su densidad de edificios, las plagas son más frecuentes de lo que parece. Elegir bien quién te ayuda a mantenerlas a raya marca la diferencia entre un problema puntual y un quebradero de cabeza interminable.