Diversos científicos norteamericanos y españoles han desarrollado cristales que pueden cambiar sus propiedades ópticas según las necesidades del usuario.
Las ventajas que podría aportar un cristal capaz de regular el paso de luz y calor son muchas y resultan altamente atractivas. Esto, por ejemplo, reduciría el gasto energético que permite mantener un edificio entero fresco o caliente. Por suerte, un grupo de investigadores de EE. UU y España han creado un sistema que ha alcanzado lograrlo.
En los vidrios que han desarrollado, una sustancia nanocristalina es capaz de ajustar las características ópticas de los cristales aplicando cierto voltaje determinado. Dicho material puede bloquear más de la mitad del calor y cerca del 70% de la luz, siendo totalmente estable. La invención la ha cubierto la prestigiosa publicación Nature, que le ha dedicado incluso la portada, avalando el impacto de este invento.
Propiedades de los nuevos cristales
Los cristales han sido creados en colaboración del Laboratorio Nacional Laurence Berkeley, en EE UU, y el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona. Principalmente, pueden alternarse entre tres estados: transparente completo, bloqueo de la luz infrarroja (para bloquear el calor) o bloqueo de la luz visible (para bloquear la luz que entra).
Estos estados pueden aprovecharse de sobremanera en ventanas de techo, ya que podrían intercambiarse según las características del día.
Óxido de indio y óxido de niobio, los componentes esenciales
El material que han conseguido crear también puede emplearse en puertas correderas de cristal que gracias a la regulación propiciará distintos ambientes muy oportunos. Estos vidrios usan, principalmente, dos componentes esenciales: óxido de indio y óxido de niobio.
El indio, cuando recibe electricidad, es una nanoesponja de calor que absorbe la luz infrarroja. Además, los investigadores han incluido el óxido de niobio que se vuelve más oscuro con dicha corriente. De este modo, la combinación de los dos componentes permite que cambie tanto la transparencia como la capacidad de que la luz traspase por los cristales.
Fuente: El País
