EPIK, la aplicación que transforma selfies en recuerdos noventeros, ha desatado un debate sobre privacidad en la era digital.
En la era digital actual, donde las aplicaciones y las redes sociales dominan gran parte de nuestro tiempo y atención, surge EPIK, una aplicación que ha capturado la imaginación de millones. Aunque su propuesta de valor es transformar selfies modernos en imágenes que recuerdan a los anuarios estadounidenses de la década de 1990, detrás de esta fachada de entretenimiento se esconde una serie de preocupaciones sobre la seguridad y privacidad de los datos de los usuarios.
2EPIK: El fenómeno viral
La empresa surcoreana Snow, conocida por sus innovaciones tecnológicas, lanzó EPIK en agosto de 2021. Inicialmente, la aplicación ganó tracción en el mercado asiático, pero su popularidad se disparó a nivel global en cuestión de meses, alcanzando un impresionante total de 92,3 millones de descargas. La adopción de la aplicación en Estados Unidos y Europa se vio impulsada por el #YearBookChallenge de TikTok, donde personalidades y celebridades, incluidas Chanel, Laura Escanes y Lola Índigo, participaron activamente, añadiendo un toque de nostalgia a sus perfiles.
Funcionamiento y precio
EPIK promete una experiencia sencilla para el usuario. Tras una breve configuración, los usuarios suben entre 8 y 12 selfies y, gracias a la avanzada inteligencia artificial de la aplicación, estas imágenes se transforman para parecer sacadas directamente de los años 90. Sin embargo, este viaje nostálgico tiene un precio. Los usuarios pueden optar por diferentes tarifas, dependiendo de la rapidez con que deseen recibir sus imágenes transformadas. Pero más allá del gasto monetario, lo que ha generado debate es la aceptación, a menudo sin leer, de términos y condiciones que podrían comprometer la privacidad y seguridad de los datos del usuario.
Preocupaciones sobre la privacidad
La rápida adopción de EPIK ha reavivado debates antiguos y críticos sobre la ética y seguridad de las herramientas basadas en IA. Borja Adsuara, experto en comunicación digital y privacidad, ha señalado varios aspectos preocupantes:
Jurisdicción:
La ubicación geográfica de la sede de Snow, fuera de la Unión Europea, plantea dudas sobre si la empresa sigue las estrictas regulaciones de protección de datos de la UE.
Uso de datos:
La empresa no solo utiliza las fotos de los usuarios para mejorar la aplicación, sino que también recopila datos del dispositivo, incluso cuando la aplicación no está en uso. Esto genera inquietudes sobre la extensión de la recopilación de datos y su posible uso.
Condiciones de uso
Las condiciones de uso de EPIK, que muchos usuarios aceptan sin leer detenidamente, otorgan a la empresa amplias libertades. Estas incluyen compartir, e incluso vender, datos de los usuarios a terceros. La empresa puede retener estos datos durante hasta tres años, y la información podría incluir detalles personales, de uso y geolocalización.
EPIK, con su propuesta nostálgica, ha demostrado el poder de la innovación y la tecnología para capturar la atención global. Sin embargo, también sirve como un recordatorio crítico de la importancia de la privacidad y la seguridad en la era digital. A medida que avanzamos, es esencial que los usuarios estén más informados y sean más cautelosos al interactuar con aplicaciones y plataformas online, ponderando el equilibrio entre entretenimiento e integridad personal.
