Los sindicatos exigen soluciones ante la precariedad sanitaria, de forma que se evite el hundimiento del sistema público.
La gran mayoría de los motivos de la gran manifestación del domingo en Madrid ha trascendido en la capital y se han extendido por toda España. El malestar de los profesionales es más que evidente y sus representantes describen la situación como un polvorín.
Tomás Toranzo advirtió de que “hay un caldo de cultivo y un malestar que no sería de extrañar que las movilizaciones que estamos viendo en algunas comunidades (se han producido protestas de la Atención Primaria en Madrid, Navarra, Aragón, Valencia o Cantabria) se extiendan a otras”.
Los sindicatos tienen más que motivos para convocar una huelga dentro del ámbito estatal, pero por el momento no recurrirán a esa carta. En principio han comenzado las negociaciones sobre el nuevo estatuto marco personal del SNS y esperan a las posturas del Ministerio de Sanidad.
Los sanitarios revindican mejoras en sus condiciones laborales, entre las que figura la siguiente condición: conseguir una categoría profesional diferente que reconozca su mayor cualificación respecto a otras profesiones.
Rafael Carrasco, presidente del Sindicato Médico Andaluz afirma que “hay que incentivar a quienes deciden emplear 11 años de su vida en formarse, ya que es realmente desmotivador constatar que las retribuciones son las mismas con 4 años que con 11”.
La retribución, las guardias, la jornada laboral complementaria, la jubilación flexible y voluntaria son algunos de los temas que se tratarán en esas negociaciones.
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Para los catalanes, el sistema está en una encrucijada y se necesitan soluciones para que el sistema no caiga. Según ellos pueden ocurrir tres cosas: que la Administración recapacite y atienda a las demandas, que estalle la conflictividad o que no pase nada
Fuente: La Vanguardia
