La iluminación LED se ha impuesto sobre las demás formas de alumbrado eléctrico. Sin embargo, esta tecnología todavía puede mejorar en algunos aspectos. En ello trabaja un equipo de expertos, quienes avanzan satisfactoriamente en la materia.
Las luces LED comenzaron a utilizarse en la publicidad exterior a mediados de la década de 2000. Desde entonces, su uso se ha expandido rápidamente debido a sus numerosas ventajas sobre las luces tradicionales. La principal, es el increíble impacto visual que provoca en los espectadores, llamando su atención a través de colores muy vivos y una atractiva iluminación.
Su uso en monopostes publicitarios causó tendencia en todo el mundo. Fue una de las mayores revoluciones en este sector. Estas estructuras de soporte publicitario, que se utilizan para colgar carteles y anuncios, siempre han sido una de las formas más llamativas y eficaces de captar la atención de los transeúntes gracias a su gran tamaño y atractivo. El alcance potencial de este modelo de publicidad exterior es increíblemente alto gracias a sus excelentes ventajas y características.
Aún así, los monopostes LED han sido capaces de potenciar todas sus ventajas para sacar un mayor beneficio de estas campañas publicitarias. Se trata de un innovador recurso que permite crear anuncios más luminosos y atractivos, con unos colores más vivos y un mayor impacto visual. Las luces LED de estos monopostes son alta calidad para ofrecer una férrea resistencia a las condiciones climatológicas y una excelente visibilidad e iluminación.
La comunidad científica busca perfeccionar la tecnología LED
El equipo de Odireleng Martin Ntwaeaborwa, de la Universidad de Johannesburgo, se ha puesto como objetivo lograr que el material que emite la luz de los LED sea más brillante y duradero. Estos avances pueden mejorar desde un monoposte publicitario hasta las luces de una casa, ya que la tecnología LED ha conseguido colarse en todos los estratos de la sociedad.
El material que se busca desarrollar tiene que ser químicamente estable para permitir que el dispositivo dure lo suficiente, es decir, no debería degradarse mucho con el paso del tiempo. Debe durar como mínimo el doble que los materiales actuales y ser muy eficiente energéticamente. Las lámparas que se fabriquen en el futuro tienen que superar a las que hoy están en el mercado.
¿Cómo se puede conseguir?
Ntwaeaborwa y su equipo hacen uso de sulfato y óxido de zinc dopado con cerio, lo que supone que la intensidad de la luz emitida se duplica. Por sus características, si este nuevo material se utiliza en futuras lámparas, estas durarán mucho más que las convencionales. Un monoposte LED que lleve instalado estos nuevos apliques ofrecerá mucha más resistencia a las inclemencias del tiempo, siendo mucho más eficientes y adecuados a las grandes campañas publicitarias en las que son usados.
El personal de Ntwaeaborwa ha publicado los detalles técnicos de sus avances en la revista académica Journal of Luminescence, con el título “The role of sulfate ions on distinctive defect emissions in ZnO:Ce3+ nanophosphors – A study on the application in color display systems” para que toda aquella persona interesada en la materia pueda seguir informándose sobre todos los pormenores de esta investigación.
Fuente: Noticiasdelaciencia.com
