En un entorno digital cada vez más expuesto a amenazas, la ciberseguridad se ha convertido en un factor clave para la supervivencia de cualquier negocio, especialmente de las pequeñas y medianas empresas (pymes).
La falta de recursos o conocimientos técnicos hace que muchas de ellas cometan errores que podrían evitarse con un mínimo de prevención o asesoramiento profesional. Por eso, es fundamental contar con servicios de ciberseguridad especializados que ayuden a reforzar la protección de la información, los sistemas y la operativa diaria de la empresa.
A continuación, te mostramos los fallos más habituales y cómo solucionarlos antes de que sea demasiado tarde.
1. Falta de concienciación y formación del personal
Uno de los fallos más habituales es no formar a los empleados en buenas prácticas de ciberseguridad. Los ciberdelincuentes suelen explotar la ingeniería social (como el phishing) para acceder a sistemas corporativos. Si los trabajadores no saben identificar correos sospechosos o sitios web maliciosos, toda la infraestructura digital de la empresa está en riesgo.
¿Cómo evitarlo?
Implementar programas de formación periódicos y crear una cultura de ciberseguridad desde la dirección hasta los operativos.
2. Contraseñas débiles o mal gestionadas
El uso de contraseñas simples o repetidas en varios servicios es un error crítico. Además, muchas empresas no aplican políticas de cambio periódico de contraseñas ni utilizan gestores de contraseñas.
¿Cómo evitarlo?
Imponer contraseñas robustas, autentificación de dos factores (2FA) y fomentar el uso de gestores seguros de contraseñas.
3. Falta de actualizaciones en software y sistemas
El uso de sistemas operativos, aplicaciones o plugins desactualizados deja abierta la puerta a vulnerabilidades conocidas que pueden ser explotadas fácilmente.
¿Cómo evitarlo?
Automatizar las actualizaciones siempre que sea posible y mantener un control estricto de versiones en uso.
4. No realizar copias de seguridad (backups)
Muchas pymes no hacen copias de seguridad o las realizan de forma incorrecta. Esto puede ser desastroso en caso de un ransomware o fallo del sistema.
¿Cómo evitarlo?
Implementar backups automáticos y almacenar copias en ubicaciones seguras y separadas (por ejemplo, en la nube o en servidores offline).
5. No contar con un plan de respuesta a incidentes
Cuando ocurre un incidente de seguridad, muchas empresas no saben cómo actuar. La falta de un protocolo claro puede agravar las consecuencias del ataque.
¿Cómo evitarlo?
Diseñar y probar regularmente un plan de respuesta a incidentes que contemple comunicación, mitigación y recuperación.
6. Exceso de confianza en soluciones antivirus básicas
Instalar un antivirus no garantiza una defensa completa. Los ataques actuales, como el phishing avanzado o los exploits de día cero, requieren estrategias más amplias.
¿Cómo evitarlo?
Complementar el antivirus con firewalls, herramientas de detección de intrusiones (IDS) y soluciones de ciberseguridad específicas para la actividad de la empresa.
7. Permitir el acceso remoto sin control
El teletrabajo ha abierto nuevas puertas de ataque. Muchas empresas permiten accesos remotos sin controles adecuados, VPN seguras o autenticación reforzada.
¿Cómo evitarlo?
Utilizar conexiones VPN cifradas y políticas de acceso basado en roles, además de auditar periódicamente los accesos remotos.
8. Desconocimiento de normativas legales (como RGPD)
El incumplimiento de normativas de protección de datos puede acarrear sanciones y pérdida de reputación. Muchas pymes no saben cómo manejar datos sensibles de clientes.
¿Cómo evitarlo?
Asesorarse legalmente y adaptar las políticas internas a normativas como el RGPD (Reglamento General de Protección de Datos).
9. Infraestructura tecnológica obsoleta
Sistemas antiguos o no diseñados para enfrentar las amenazas actuales son una debilidad evidente. Es habitual encontrar servidores o dispositivos de red con más de una década de antigüedad.
¿Cómo evitarlo?
Realizar auditorías de infraestructura regularmente y planificar la renovación tecnológica de forma progresiva.
10. No contar con auditorías de seguridad periódicas
Si una empresa no realiza pruebas de penetración (pentesting) o auditorías de seguridad, es imposible detectar vulnerabilidades antes de que lo hagan los atacantes.
¿Cómo evitarlo?
Contratar expertos externos para realizar auditorías, tests de intrusión y revisiones de seguridad al menos una vez al año.
La ciberseguridad en pymes ya no es opcional; es una inversión imprescindible para garantizar la continuidad del negocio, la confianza de los clientes y la integridad de los datos corporativos. Contar con soluciones adaptadas y un asesoramiento experto permite prevenir riesgos antes de que se conviertan en problemas graves.