Las denuncias más habituales están relacionadas con la pandemia, como la falta de mascarillas o los intentos de que empleados contagiados no cojan la baja.
Con tan solo rellenar un formulario de un solo folio y sin presentar papeleo adicional se puede realizar de forma anónima una reclamación laboral. Esta herramienta alojada en la página web del Ministerio de Trabajo nació en agosto de 2013 para luchar contra el fraude y ha ido ampliando sus competencias. El buzón se ha convertido hoy, con una media de 197 comunicaciones al día, en la forma más habitual de dar un chivatazo ante irregularidades laborales. “Es muy útil y nos llega de todo”, asegura Ercoreca.
Las denuncias más recurrentes en el último año y medio han sido las relacionadas con el coronavirus. Especialmente, las que advertían de la falta de mascarillas en el centro de trabajo o las que denegaban las bajas. Un sector muy mencionado es el industrial, que acumula multitud de quejas relacionadas con la falta de eslingas y deterioro de otros sistemas de sujeción y protección como las cinchas de amarre.
Las denuncias no paran de crecer
Los últimos datos disponibles para consulta son los del 2019. En el año 2019 se contabilizaron 71.970 comunicaciones a través del buzón, de las cuales 43.121 fueron remitidas a las inspecciones provinciales. La cifra total de denuncias que finalmente llegaron a sanciones fue de 1.224.
El organismo explica que no todos los avisos superan el primer filtro, en muchos casos por simples defectos en la presentación. “A veces no ponen los detalles suficientes para que se pueda abrir una investigación, y al ser anónimas no tenemos forma de ponernos en contacto con el remitente”, confirman. “Otra situación que sucede a menudo es que se reciben denuncias de distintas personas, pero sobre una misma infracción, por lo que se contabiliza una única vez”, ejemplifican en la Inspección.
Fuente: El País
