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La espiral de la inflación se ceba en las frutas del verano: el disparado precio de la sandía y el melón

La disparatada inflación sumado a la climatología adversa de primavera, ha provocado un cambio en los hábitos de compra.

En las últimas semanas el coste de la sandía ha llegado a sobrepasar los dos euros el kilo en las grandes superficies. Esto ha provocado la incredulidad de los consumidores, al ver como una sandía llegaba a valer más de 15 euros.

José Ugarrio, técnico del sector de frutas Asaja, afirma que, por cuestiones económicas, muchos consumidores han sustituido el melón y la sandía por otra pieza de fruta. Asegura que a causa de la inflación, los consumidores optan por comprar media sandía o un cuarto de melón como alternativa.

Precios ocasionados por la inflación

Según los cálculos de la Interprofesional de Castilla La Mancha, el precio de coste de producción del melón y la sandía ha aumentado esta campaña un 30% de media.

Por lo tanto, cultivar un kilo de melón valía el año pasado entre 0,26 y 0,28 euros, y un kilo de sandía entre los 0,18 y los 0,20 euros. Este verano han pasado a costar entre 0,34 y 0,36 euros y de 0,23 a 0,25 euros, respectivamente en toda España.

De media, a cada agricultor le pagaron por cada kilo de sandía 0,36 euros, pero el precio en los lineales fue de 2,17 euros, lo que supone un incremento del 500%. Por la misma cantidad, un productor de melón recibió 0,47 euros, pero el consumidor pagó de media 1,87 euros, esto es, casi un 300% más.

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), considera que «detrás de este encarecimiento de precios en destino, sin reflejo en el origen, existen movimientos especulativos que buscan enriquecerse aprovechando la espiral inflacionista y las frutas de verano están siendo víctimas de esta especulación». Por ello, exigen al Gobierno y a las comunidades autónomas que refuercen los controles para evitar los «abusos».

Por otro lado, Cristóbal Jiménez, responsable de la interprofesional del melón y la sandía de Asaja, apunta a la campaña climatológica «atípica» de este año, que liquidó esas primeras producciones en Almería y en la Región de Murcia. «Se tuvo que volver a resembrar y se perdieron las primeras entregas en marzo y comienzos de abril, por lo que hubo menos oferta en el mercado y los precios subieron», explica.

Fuente: El Mundo

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