Tras cinco horas y media lo que parecía imposible lo ha hecho realidad Rafael Nadal para conquistar su 21 Grand Slam en una final titánica y épica que quedará para la historia del tenis. Un nuevo milagro para dar la vuelta a un partido que parecía tener perdido cuando estaba dominado por dos sets ante Daniil Medvedev-
A sus 35 años, tras salir de seis meses lesionado, sin saber si volvería a jugar al tenis, Nadal se convertiría en el “Rey de Reyes” para romper el récord de 20 Grand Slams que compartía con Roger Federer y Novak Djokovic. Una vez más, el ex número 1 rescató la épica de la superación, de no rendirse nunca jamás, para darle la vuelta a un marcador que llevarse “la victoria más importante de mi vida”.
Nadal no podía creerse lo que acababa de hacer. Se tapaba la cara mirando a su palco que explotaba de alegría para celebrar su éxito. “Parecía todo imposible. Yo creía en su triunfo, pero hoy ha sido un milagro. Tres días antes de marcharse de Australia, no sabía si iría a Melbourne. Fue para competir, pero sin convicción sobre sus posibilidades. Todos estamos maravillados” decía Toni Nadal, tío del campeón.
A Medvedev le fue imposible evitar una remontada ante un Nadal que parecía tener 20 años con la energía que desplegaba en la pista. Los problemas físicos los tenía el tenista ruso que pidió la atención del fisioterapeuta en un par de ocasiones. El partido estaba donde quería Nadal. Casi cinco horas después el que hizo el “break” era Nadal, que no estaba dispuesto a ceder habiendo llegado hasta ese momento.
El triunfo de un campeón único que remataba el punto, el juego, el partido y, por supuesto, el título del Grand Slam.
Fuente: El Periódico.
