El primer ministro británico Johnson publicará su renuncia a lo largo del día de hoy ante la inmensa demanda de los diputados por su dimisión.
Boris Johnson ha decidido finalmente dimitir del cargo de primer ministro, aunque permanecerá en Downing Street hasta otoño, cuando el Partido Conservador escoja un nuevo líder.
A pesar de que el “premier” quería continuar en su cargo durante tres meses, varios diputados “tories” declararon públicamente su oposición ante ello, siendo partidarios de una cesión del poder a Dominic Raab, secretario de Justicia.
Nicola Sturgeon, ministra principal de Escocia, cuestionó también la posible permanencia temporal de Johnson en su puesto.»No es una solución sostenible, teniendo en cuenta la sensación de caos en la que hemos vivido durante meses».
Johnson ha anunciado su decisión a las 8.30 de la mañana a través de una llamada con el presidente del Comité Parlamentario 1922, Graham Brady. Durante la llamada, ambos acordaron el calendario para poder convocar un concurso por liderar el Partido Conservador antes del 21 de julio.
Respaldo nulo a Johnson en el Gobierno
Durante la noche los miembros más fieles del gabinete, entre los que se incluyen Nadhim Zahawi, presionaron a Johnson para que aceptase la realidad: la deserción de sus ministros y la falta total de respaldo entre sus propios diputados en Westminster. Poco antes de su dimisión, varios miembros del Gabinete habían hecho públicas cartas solicitando su retirada.
La dimisión de Johnson, que hizo posible el Brexit, tras seis años de la victoria en el referéndum, tuvo un gran impacto en Bruselas y en otras capitales europeas. Siempre fue percibido como un líder poco fiable, pese a sus esfuerzos por reforzar los lazos con el presidente Biden y Emmanuel Macron.
Keir Starmer, líder de oposición laborista, celebró entre tanto la dimisión de Johnson como «buenas noticias para el país». Después del «patético espectáculo» de los últimos meses, «la dimisión debería haber ocurrido hace tiempo», declaró Starmer. «Este Gobierno se ha mantenido a base de mentiras, escándalos y fraudes. Estaba claro que Boris no era una persona capacitada para el cargo, y quienes se lo han permitido deben asumir su responsabilidad».
Fuente: El Mundo
