Inculcar el hábito de la lectura en casa es un verdadero regalo que acompaña para toda la vida. Leer no solo mejora nuestro vocabulario y capacidad de comprensión, sino que también abre puertas a mundos nuevos, despierta la creatividad y fortalece el pensamiento crítico. Pero no nos vamos a engañar: lograr que niños, adolescentes o incluso adultos dediquen tiempo a la lectura puede ser todo un desafío.
Por eso, aquí te comparto cinco consejos prácticos que ayudarán a que la lectura se convierta en algo natural y, sobre todo, divertido en casa.
1. Prepara un espacio que invite a leer
El lugar donde lees marca la diferencia. No hace falta una biblioteca enorme ni un rincón súper sofisticado. Basta con un espacio cómodo, con buena luz y alejado de distracciones como la tele o el móvil. Imagina un sillón con unos cojines mullidos, una lámpara que dé luz cálida y estanterías a mano con libros que llamen la atención. Ese pequeño “refugio de lectura” es como una invitación silenciosa a desconectar y sumergirte en un buen libro.
2. Sé el ejemplo a seguir
Los niños y jóvenes aprenden mucho imitando lo que ven. Si te ven con un libro en la mano y disfrutando, las probabilidades de que ellos también quieran leer aumentan un montón. La clave es dedicar un ratito diario para leer en familia, aunque sean solo 15 minutos. Además, compartir las historias, comentar personajes o contar qué te ha parecido el libro puede convertir la lectura en una conversación natural y motivadora.
3. Elige libros que realmente enganchen
Nada mata más rápido las ganas de leer que un libro que no conecta contigo. Por eso, es fundamental respetar los gustos personales. Desde cómics y novelas de aventuras, hasta ciencia o biografías, lo importante es que el libro despierte curiosidad y ganas de seguir leyendo. Visitar juntos bibliotecas o librerías puede ser una aventura para encontrar títulos que emocionen. Y no olvides que hoy hay muchas formas de leer: papel, ebooks o audiolibros que hacen que la experiencia sea mucho más variada y accesible.
4. Fomenta una rutina sin presiones
Leer no debería sentirse como una obligación o castigo. Crear un momento del día para la lectura, como antes de dormir o después de la merienda, ayuda a que se vuelva parte de la rutina. Pero ojo, también hay que ser flexibles. Si un día no apetece, mejor dejarlo pasar. Lo esencial es que la lectura se asocie con placer, no con estrés o aburrimiento.
5. Aprovecha la tecnología a tu favor
Vivimos en la era digital, y la lectura no tiene que ser solo en papel. Apps para leer, audiolibros, retos virtuales o clubes de lectura online pueden ser grandes aliados para fomentar el hábito. Incluso videojuegos o series basados en libros pueden despertar la curiosidad y motivar a descubrir la historia original en formato escrito.
Fomentar la lectura en casa no solo ayuda en el rendimiento académico. También forma adultos con una mente más abierta, crítica y creativa. De hecho, varios estudios han demostrado que las personas que leen regularmente tienen mejor memoria, un vocabulario más amplio y mayor capacidad para resolver problemas complejos.
Pero más allá de eso, leer en familia crea momentos únicos, fortalece los lazos y mejora la comunicación. No es solo leer un libro, es compartir una experiencia.
Si quieres empezar a crear este hábito, prueba uno o varios de estos consejos hoy mismo. A veces, basta un pequeño cambio para que un libro se convierta en un compañero inseparable.