Las grandes grúas con las que se construyen los rascacielos resultan ser tan impresionantes como los propios edificios que construyen.
Estos elementos de construcción presumen de tener características bastantes curiosas. Alguna grúas torre de Madrid poseen la capacidad de elevarse a sí mismas a medida que avanza la construcción para erigirse más y más alto.
Cómo se instalan este tipo de grúas
Antes de realizar el alquiler de estas grúas torre y posteriormente instalarlas, debe reforzarse el terreno de construcción con unos cimientos. Para ello, se une el mástil con un sistema de anclaje reforzado y a partir de ahí se pueden añadir pilares verticales que conformen el mástil.
En la parte final del mástil se instala la pluma donde se añaden los contrapesos y la corona, la parte capaz de girar.
La idea es que la estructura horizontal móvil, es decir, la pluma se encuentre siempre en equilibrio de forma que el mástil pueda soportar todo el peso. Aquí es cuando entran en juego distintas fuerzas y cálculos sobre el centro de gravedad. Por ello, los gruistas y sistemas de control deben anticiparse para que todo funcione correctamente.
A través de un mecanismo hidráulico, puede autoelevarse la parte más alta de la grúa, insertando así nuevos pilares verticales. Esta función permitirá que la estructura alcance alturas increíbles.
Generalmente esto se realiza de forma coordinada con la altura del edificio, lo que permitirá además utilizar abrazaderas de apoyo en la estructura principal para darle mayor estabilidad a la grúa. Curiosamente, algunas grúas se pueden instalar también en el interior de los edificios, por ejemplo, aprovechando huecos de montacargas o ascensores. En el desmontaje se siguen los mismos pasos, pero al revés, aunque en ocasiones es más fácil, rápido y seguro desmontar la pluma con un helicóptero y luego ir bajando el mástil poco a poco.
Fuente: MicroSiervos