La llegada del Covid-19 supuso en todo el mundo un aumento del teletrabajo, lo que incidió positivamente sobre la comodidad y conciliación de muchos trabajadores, pero negativamente sobre la delincuencia y los ciberataques.
El informe Blurred Lines & Blindspots, pone cifras a esta realidad. Según su investigación, el volumen de ciberataques al sector financiero, por poner un ejemplo, ha aumentado un 238% durante los meses más críticos de la pandemia. Las mayores víctimas de estos ataques han sido los trabajadores en remoto, más vulnerables ante este tipo de ofensivas, ya que los ciberdelincuentes no tenían por qué atacar a la red informática de la empresa, si no a los dispositivos de los empleados. De hecho, el informe también revela que los dispositivos conectados a internet recibieron 1,5 ataques por minuto.
Esto tiene consecuencias. El 91% de los responsables tecnológicos encuestados ha tenido que dedicar más tiempo a asegurar los dispositivos que hace dos años. Otro 91% señaló que la seguridad de los dispositivos se ha vuelto tan importante como la propia seguridad de la red.
Estos son los ataques con los que quieren acabar muchas empresas. Las organizaciones que emplean esos softwares de seguridad pueden acabar con las zonas de ataque de alto riesgo. De esta manera, podrán centrar toda su atención en el trabajo diario. Estos softwares contrarrestan los ciberataques agresivos mediante herramientas que brindan una seguridad mejorada.
Ambos servicios luchan por evitar ataques de malware y navegador sin necesidad de gestión informática o de políticas. Cuentan también con un motor antiphishing con capacidad de escanear y advertir a los usuarios sobre sitios web que puedan estar registrando sus datos de acceso, usuarios y contraseñas.
Fuente: El Confidencial.
