El desafío de la UE es reducir las emisiones manteniendo la competitividad de la industria y explotar el potencial de las tecnologías y servicios renovables.
Las industrias intensivas en energía (EII) suponen un papel crucial para las industrias europeas y, por ende, para nuestra economía. Dependen en gran medida de los combustibles fósiles, ya que contribuyen muy significativamente en aumentar las emisiones de GEI (Gas de Efecto Invernadero).
El desafío consiste en reducir las emisiones y posicionar nuestra industria para explotar el valor y potenciar de las tecnologías y energías renovables. Una de estas oportunidades es el biogás. Este tipo de combustible proporciona ventajas muy positivas para el tratamiento de los residuos industriales.
La producción de biogás proporciona aplicaciones a la industria alimentaria destinadas a contribuir en su desarrollo sostenible, mientras contribuye a reducir los costes de energía y reemplazar los combustibles fósiles.
El apoyo a las políticas para un mayor despliegue de biogás estimulará la implementación de tecnologías de desarrollo de las nuevas sinergias y ecosistemas industriales.
Fuente: Retama
