La población está familiarizada con las extraescolares, esas actividades que tienen lugar fuera del horario escolar y que pueden reforzar una materia o mejorar el desarrollo psicomotriz de los más pequeños. Según un estudio realizado por Kids&Us, se estima que los niños realizan entre 2 o 3 actividades a la semana que varían según la edad.
Al principio de cada curso, las familias deben decidir las extraescolares a las que van a matricular a su hijo, tarea que puede resultar un tanto ardua. En España, las cinco claras actividades ganadoras que encabezan las extraescolares más demandadas son las siguientes: inglés, natación, actividades deportivas en equipo, actividades artísticas y danza.
Para los padres de nuestro país es importante distinguir entre diferentes tipologías de extraescolares que ayudan a priorizar y a planificar las actividades a las que asistirán los niños. Según el estudio antes citado, las extraescolares se pueden dividir en 3 grandes grupos: las de supervivencia, las pasiones y las trendy.
En el primer grupo aparecen aquellas consideradas como imprescindibles para el desarrollo personal de los alumnos. Son elegidas en su totalidad por los padres, pues se suelen empezar a edades muy tempranas.
En el segundo se identifican aquellas que forman parte de la personalidad del niño y ayudarán a construir su futuro personal. Suelen ser las más estables en el tiempo, ya que las eligen los propios infantes y pueden recorrer espectros más artísticos o atrayentes.
Sin embargo, el último grupo responde a aquellas más puntuales y que pueden formar parte del ocio de los pequeños. Son actividades que llaman la atención porque se ponen de moda en un corto periodo de tiempo.
El inglés triunfa
Para muchos de los padres españoles, las actividades extraescolares en inglés son esenciales. Estas resultan una potente herramienta de futuro que resulta innegociable y que cada vez se inicia a más corta edad, pues se trata como si resultara una inversión a largo plazo.
Además, el inglés se percibe como la asignatura pendiente de los españoles, lo que la convierte en una actividad de vital importancia. Es una pieza clave para asegurar que los hijos no tendrán limitaciones en el futuro por falta de conocimiento del idioma.
Fuente: El Economista
