España cosió definitivamente gran parte de las heridas que, en el sentido laboral, arrastraba de las dos últimas crisis económicas que ha encadenado desde el 2008: la de las burbujas inmobiliaria y financiera y la del Covid-19.
El paro cerró el pasado año con su menor nivel desde 2008 y el empleo hizo el camino inverso y se situó a su mejor registro desde que los ejecutivos de Lehman Brothers tuvieran que empacar sus cosas en cajas de cartón. Los datos de la Encuesta de Población Activa publicados muestran un mercado laboral español que empieza el 2022 con registros récord, aunque también con una elevada temporalidad, una afectación parcial de Ertes y bajas Covid y un número de hogares donde todos los miembros están en paro superan el millón en todo el país.
El mercado laboral cerró en 2021 con un fuerte empuje que las ultimas olas de la pandemia no ha conseguido frenar. La tasa de paro cayó al 13,33% en el último trimestre del año, su cifra más baja desde 2008. Y es que el número de desempleados disminuyó en 615.900 personas en el pasado año, hasta situarse en 3,1 millones de parados.
Por su parte, el empleo ganó 153.900 ocupados y acabó el año por encima de la cota de los 20 millones de trabajadores en activo, concretamente en los 20,1 millones, su mayor nivel también desde el 2008. Y es que en el último año se han creado y consolidado un total de 840.600 puestos de trabajo, su mejor registro de la estadística disponible. En cantidades el 2021, ha sido un año difícilmente superable, pero, no obstante, la EPA arroja matices sobre el origen y la calidad de dicho empleo.
Fuente: El Periódico.