Después de salirse de la UE, Reino Unido ahora busca un acuerdo aduanero para uno de sus países constituyentes
La Unión Europea y el Reino Unido han alcanzado un acuerdo histórico sobre el Protocolo de Irlanda del Norte, que ha sido denominado como el «Acuerdo de Windsor». El primer ministro británico, Rishi Sunak, y la presidente de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, han firmado este acuerdo después de días de especulaciones y negociaciones intensas.
“Hemos logrado un progreso decisivo y hemos cambiado la redacción original del Protocolo de Irlanda. Hemos eliminado las barreras al comercio, hemos suprimido cualquier indicio de frontera en el Mar de Irlanda y hemos garantizado y preservado el lugar de Irlanda del Norte en nuestra unión”, ha comentado Sunak.
Acuerdo entre la UE y Reino Unido
El acuerdo se centra en reducir los controles aduaneros en Irlanda del Norte, lo que ha sido una fuente de disputa desde que el Reino Unido abandonó la UE en enero de 2020. El pacto establece dos canales para los productos que viajen desde Gran Bretaña a Irlanda del Norte: uno verde, con controles mínimos o inexistentes, y uno rojo para los productos destinados a la República de Irlanda, a los que se aplicarán controles aduaneros, sanitarios o fitosanitarios.
Uno de los logros más significativos del acuerdo es que garantiza que todos los alimentos y medicamentos disponibles en Gran Bretaña también lo estarán en Irlanda del Norte al mismo tiempo. Además, todo lo relacionado con el IVA o con los subsidios estatales a empresas de Irlanda del Norte estará bajo el control de Londres, en lugar de Bruselas. La Asamblea de Belfast también tendrá voz y voto previos ante cualquier cambio en la legislación o normativa comunitaria que afecte a la provincia británica.
En cuanto al papel del Tribunal de Justicia de la UE como árbitro, se verá reducido. En caso de disputas, los tribunales locales norirlandeses tendrán la última palabra y, si no son capaces de solucionar el conflicto, el caso se derivará a la Corte europea.
El acuerdo ha sido muy bien recibido por ambas partes y se considera un gran avance hacia la estabilización de la situación en Irlanda del Norte. El Acuerdo de Windsor ha puesto fin a una de las disputas más complicadas y ha sentado las bases para una relación más sólida y positiva entre la UE y el Reino Unido en el futuro.
Fuente: El Confidencial
