La contaminación plástica supera a las grandes islas oceánicas
La contaminación por plástico ha alcanzado proporciones alarmantes, extendiéndose incluso a los rincones más remotos del planeta donde la huella humana es mínima. Un reciente estudio publicado en la revista Nature ha revelado un hallazgo preocupante: ecosistemas de agua dulce que contienen concentraciones de microplásticos superiores a las de las grandes islas de plástico que flotan en los océanos.
Lagos bajo amenaza: ¿Qué dice la investigación?
Dirigida por la Universidad de Milano-Bicocca, la investigación recopiló muestras de agua superficial de 38 lagos ubicados en 23 países y distribuidos en 6 continentes. Sorprendentemente, se encontró que algunos de estos lagos albergan mayores cantidades de microplásticos que las famosas Islas de Plástico oceánicas. Los materiales predominantes encontrados fueron poliéster, polipropileno y polietileno.
Entre los lagos que presentan una mayor contaminación por microplásticos se encuentran el lago Maggiore en Italia, Lugano entre Suiza e Italia, Tahoe en EE. UU., Neagh en Irlanda del Norte y Pantà de Sau en Cataluña, siendo este último el que muestra los niveles más preocupantes de microplásticos.
Centinelas de la contaminación
Los lagos actúan como centinelas de la contaminación, acumulando residuos plásticos provenientes de diversas fuentes, como embalses y la atmósfera. Una vez que estos plásticos llegan a las aguas de los lagos, pueden ser retenidos, modificados y transportados hacia los océanos a través de las cuencas, agravando la crisis de los residuos plásticos.
Impacto ambiental duradero
El plástico, en todas sus formas, presenta una larga vida útil en la naturaleza, tardando aproximadamente 450 años en descomponerse. En comparación, otros materiales que forman parte de las Islas de Plástico, como la madera y el hierro, se corroen con el tiempo. La acumulación de plásticos en la superficie de los ecosistemas acuáticos también puede promover la liberación de gases de efecto invernadero, como el metano, afectando los ciclos biogeoquímicos que regulan el equilibrio ambiental.
Un llamado a la acción
Verónica Nava, coautora del estudio y miembro de la Universidad de Milano-Bicocca, advierte que la contaminación plástica tiene efectos perjudiciales en los organismos acuáticos y el funcionamiento de los ecosistemas. El estudio demuestra que ningún lago está exento de la contaminación plástica, por lo que urge revisar las estrategias de reducción de la contaminación y la gestión de residuos para proteger estos ecosistemas críticos.
Los investigadores enfatizan la necesidad de una evaluación holística de la contaminación plástica en los lagos, considerando cómo estos residuos interactúan con la atmósfera, la biosfera y la litosfera. Es imperativo actuar con urgencia para proteger la vida acuática y preservar la pureza de los lagos, evitando que se conviertan en otro triste recordatorio del impacto devastador de la contaminación plástica en nuestro planeta.
