La reforma laboral plantea transformaciones, principalmente en la ultraactividad, los contratos de formación y la temporalidad.
La enmienda de la reforma laboral, sacada adelante el pasado 23 de diciembre, ha sido aprobada este jueves en el Congreso por un solo voto. Este mes se han sucedido multitud de declaraciones cruzadas, con críticas para todos los implicados de cualquier partido político.
En cualquier caso, llegarán unos cambios que afectarán al tejido productivo y a la industria del país. La vicepresidenta segunda del Gobierno y Ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, abandonó el discurso de la derogación y celebró lo que considera «una nueva legislación laboral que recupera derechos en favor del trabajo decente». Además, declaró que la reforma nos acerca a Europa «en materia de estabilidad y seguridad en el empleo».
¿Por qué no se trata de una derogación de la reforma laboral anterior?
Desde un punto de vista semántico, porque es lo que acordaron PSOE y Unidas Podemos. Los segundos aceptaron que era compatible hablar de derogación a pesar de que únicamente se modificarían algunos aspectos. Asimismo, en el texto final enviado a Bruselas se habla de una «revisión de los desequilibrios».
En lo que respecta al documento, no puede tratarse de una derogación porque, aunque hay cambios, se mantienen muchos de los aspectos de la antigua.
Principales cambios en la reforma laboral
La reforma laboral afecta a distintos aspectos del trabajo industrial y productivo de las empresas de España. Aunque son muchas las transformaciones, las principales afectan a:
Ultraactividad
La ultraactividad, gran protagonista de las protestas del sector del metal en Cádiz, aparece en el nuevo reglamento. Esto podría haber evitado el conflicto que llegó a finales de 2021. Si no se pacta un nuevo convenio colectivo, se prorrogará el anterior hasta que sea sustituido por el nuevo. Antes había un plazo de un año de vigencia, pero ahora es de forma indefinida.
Temporalidad
El contrato indefinido «será la norma y nunca más la excepción», según afirmó Díaz. Esta decisión tiene el objetivo de bajar los índices de temporalidad, un aspecto que la vicepresidenta criticó desde la formación del Gobierno.
Además, la reforma contempla que se reduzca el periodo durante el que se pueden encadenar estos contratos. Afectan al momento en el que el empleado pasa a ser indefinido (de 24 meses en un periodo de 30 a 18 en uno de 24). Por otro lado, los contratos temporales únicamente podrán ser formativos y estructurales.
Formación
Los contratos de formación serán de dos tipos, inspirados en el modelo alemán: alternancia y prácticas.
El de alternancia es para asegurar y facilitar la formación dual, un concepto cada vez más extendido.
Por último, el contrato de prácticas dependerá en gran parte del convenio de cada sector y estudio. La duración del mismo podrá abarcar entre seis meses y un año.
Fuente: El Mundo
