El Kremlin está en horas bajas. La retirada del ejército en Jerson supone una de las derrotas más duras, sino la que más, para Rusia desde que estalló la guerra. La contraofensiva de Kiev está logrando el éxito mucho antes de lo esperado. Cuando comenzó esté conflicto armado al este de Europa se vaticinaba una rápida victoria para el bando ruso. Sin embargo, la heroica resistencia ucraniana les ha llevado, no solo a aguantar las embestidas del Kremlin, sino también, ha disputar la recuperación de los territorios perdidos.
Durante la noche de ayer, Rusia sufría un nuevo revés al tener que anunciar la partida del ejército en Jerson. Otra derrota más en el descalabro bélico de Putin, que cada vez pierde más crédito entre las élites moscovitas. En septiembre, el Kremlin ya anunció la retirada de tropas de Járkiv ante la contraofensiva de Ucrania, que poco a poco avanza para recuperar sus ciudades. Mientras tanto, el ejército ruso se centra en defender los territorios ocupados.
Esta vez el encargado de anunciar la mala noticia al pueblo ruso ha sido el ministro de Defensa, Sergei Surovikin. Vladimir Putin en lo que va de guerra se ha desentendido de dar las malas noticias cuando su ejército sufre un revés. La moral de las tropas rusas parece ir decreciendo, al contrario que la de Ucrania, que va de menos a más. Algo que juega totalmente en contra del Kremlin.
El presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, pide sensatez y cautela a pesar de la efectividad de su contraofensiva: “El enemigo no nos da regalos, no hace gestos de buena voluntad. Hoy en día hay mucha alegría y está claro por qué. Pero nuestras emociones deben ser restringidas siempre durante la guerra”, afirmaba el máximo mandatario ucraniano en su habitual discurso nocturno.
El principal motivo de Rusia para tomar esta decisión, es la precaria situación del ejército ruso al oeste del río Dnipro. Es una acción defensiva. Con una dificilísima posición logística, sin puentes disponibles para vehículos blindados y escasez de abastecimiento era insostenible mantener la guarnición durante mucho tiempo. Así lo reconocía Surovikin: “Los asentamientos no pueden ser abastecidos ni funcionar por completo, la vida de las personas allí está constantemente en peligro”.
Se espera que Ucrania establezca su liderazgo al completo en de nuevo en la ciudad durante el día de hoy, asegurándose de que no queda rastro del ejército ruso. El temor por parte de Kiev es la posibilidad de que haya soldados rusos infiltrados entre los civiles. Por su parte, Rusia no se marcha sin antes volar la presa y todas las centrales eléctricas de la región. Con ello consiguen inutilizar el suministro eléctrico y de agua para el ejército ucraniano.
Fuente: El Mundo
