Las mujeres y niñas en países en desarrollo enfrentan desafíos significativos debido al impacto de las energías contaminantes, según un informe de la OCDE.
En un reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), se destaca que las mujeres y niñas son las más perjudicadas por el impacto del cambio climático y las energías contaminantes. Esta situación se agrava en países en desarrollo, donde las tradiciones y roles de género relegan a las mujeres a tareas domésticas que las exponen directamente a fuentes de energía no limpias.
Roles de género y su impacto en la salud
La falta de acceso a electricidad en muchos hogares en América Latina ha llevado a que sean las mujeres y niñas quienes se encarguen de recolectar leña, carbón o gas natural para cocinar y calentar sus hogares. Esta responsabilidad no solo las expone a emisiones contaminantes, sino también a accidentes que pueden ser mortales. Según datos de la OCDE, seis de cada diez muertes prematuras a nivel mundial se deben a la contaminación del aire en el hogar. Además, las mujeres y menores tienen 14 veces más probabilidades de morir en desastres naturales relacionados con el cambio climático que los hombres.
Hyeshin Park, economista y coordinadora del Programa de Género en el Centro de Desarrollo de la OCDE, señala que el 60% de las estrategias de desarrollo bajas en emisiones no consideran la perspectiva de género. Esto se traduce en que las mujeres y niñas son desproporcionadamente afectadas por desastres inducidos por el cambio climático y por la exposición a fuentes de energía contaminantes.
Desafíos y barreras en el sector energético
El informe de la OCDE también destaca que las mujeres enfrentan barreras significativas para involucrarse en el sector energético y participar en decisiones relacionadas con el desarrollo y despliegue de proyectos innovadores. A pesar de ser las principales usuarias y proveedoras de energía en el hogar, las mujeres carecen de poder en el sector de las energías renovables, una de las principales vías para reducir las emisiones globales y combatir el cambio climático.
La dimensión de género en la energía es dual. Por un lado, las mujeres están expuestas a fuentes de energía contaminantes debido a roles de género tradicionales. Por otro lado, enfrentan barreras que les impiden tener un papel activo en el sector energético y en la toma de decisiones relacionadas con proyectos innovadores.
Hacia una inclusión equitativa
Es esencial que las estrategias de desarrollo energético consideren la perspectiva de género y aborden las desigualdades existentes. La transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles debe ser inclusiva y equitativa, garantizando que las mujeres no solo estén protegidas de los impactos negativos del cambio climático, sino que también tengan un papel activo en la construcción de un futuro energético más sostenible.
En conclusión, el informe de la OCDE arroja luz sobre las desigualdades de género en el sector energético y subraya la necesidad de abordar estos desafíos para garantizar una transición energética justa y equitativa.