Una de cada 3 personas sufre trastornos neurológicos, por lo que concienciar y potenciar la investigación será vital para el futuro.
Los trastornos neurológicos afectan a un tercio de la población. En España este dato equivale a más de 7 millones de personas. Una prevalencia que con el tiempo y el envejecimiento de la población irá en aumento.
Los trastornos neurológicos son la principal causa de discapacidad y la segunda de mortalidad en todo el mundo. Esto supone un gasto de más de 800.000 millones de euros para Europa.
A pesar de todos estos datos, siguen siendo infradiagnosticados, no se destinan los recursos suficientes para su investigación y no se hace lo suficiente por prevenirlos.
Una detección a tiempo facilita el tratamiento e impacta sensiblemente en el desarrollo de la enfermedad. En nuestro país la patología más frecuente es la migraña, seguida del alzhéimer, la epilepsia, el parkinson y la esclerosis múltiple.
Carencias en la investigación
La prevención y el diagnóstico van de la mano en un esfuerzo en investigación que está lejos de ser suficiente. En España los recursos son extremadamente limitados y muchos neurólogos tienen dificultades para investigar ante el gran volumen de tarea clínica que tienen.
Según Lainez, presidente de la Sociedad Española de Neurología “a día de hoy, yo creo que ese es probablemente el factor más limitante, porque tanto los recursos humanos como el tiempo de las personas son limitados”. Pero los avances, aunque lleven tiempo, se producen: “Hemos avanzado en muchísimos aspectos. El tratamiento del ictus, por ejemplo, no tiene nada que ver con cómo se abordaba hace 10 o 12 años; tienes terapias de rescate en lo vascular; se es capaz de hacer un cateterismo y evitar que el perfil se necrose…”
¿Es posible prevenir estas enfermedades?
El rector de la SEN opina que una de las claves en la prevención de este tipo de patologías es mantener una buena reserva cognitiva. “Se trata de estimular el cerebro con todo tipo de actividades intelectuales: leer, estar un poco informado, mantenerse activo…. La reserva cognitiva probablemente no aumenta significativamente la cantidad de neuronas, pero sí la conectividad entre ellas, lo que hace que funcionen de forma mucho más eficaz”.
Otra de las claves principales es mantener unos hábitos de vida saludables, evitar el tabaquismo, el consumo de alcohol, la inactividad física y mental, etc.
Fuente. EL PAÍS
