La producción de neumáticos se encuentra mermada por la carencia generalizada de caucho.
El caucho es el material principal que se utiliza, entre otras cosas, en la producción de neumáticos de los automóviles. Ha sido así desde que se dejaron de utilizar las ruedas rígidas de madera a principios del siglo pasado y las técnicas han mejorado hasta la actualidad.
La fabricación de caucho vulcanizado ha permitido que sea mucho más duro y resistente a las bajas temperaturas, pero la industria está sufriendo un duro revés en los últimos tiempos a pesar de los avances. Su escasez general preocupa a los fabricantes de neumáticos, que ven con incertidumbre la continuidad en su producción y el futuro de este material.
El principal problema con el caucho de origen natural es que tiene un suministro de alrededor de 20 millones de toneladas al año, lo que resulta algo escaso y limitado para todos los usos que se le da. El 85 % lo generan pequeños agricultores, principalmente de países asiáticos como Tailandia, Indonesia o China, que no dan abasto para el ritmo que se les solicita. Como si fuera poco, el árbol del caucho (Hevea brasiliensis) es también propenso a sufrir enfermedades que hacen que sea difícil generarlo con cierta asiduidad.
Diversas complicaciones en la producción
A esos problemas en la fabricación de piezas de caucho hay que sumarle también otros más. En Tailandia, por ejemplo, estipularon el precio del caucho a la baja y ha hecho que los agricultores no tengan tantos incentivos en plantarlo. Los fenómenos naturales como la sequía o las inundaciones propias de estos países asiáticos también contribuyen a la escasez del material.
Por otro lado, la pandemia ha afectado negativamente, pues muchos materiales sanitarios como los guantes de látex utilizan este material y su aumento en el uso de ellos ha quitado cuota a los fabricantes de neumáticos.
Es algo complicado de recuperar a corto plazo, ya que estos árboles necesitan un periodo de madurez de unos siete años, así que la solución no es rápida. China está acumulando existencias y eso hace que en el resto del mundo suba el precio e incluso que se tengan que parar ciertas producciones. Y, por supuesto, la industria del automóvil es la que probablemente esté sufriendo en mayor medida.
Fuente: Coches.com
