El Ayuntamiento endurecerá los criterios de obtención de licencia en los casos de las cocinas fantasma debido a las protestas vecinales.
Ante la intranquilidad vecinal que han ocasionado las cocinas fantasma, el Ayuntamiento ha resuelto endurecer los requisitos para la concesión de licencias. Una vez que la nueva normativa entre en vigor, este tipo de establecimientos de restauración solo podrán situarse en locales de zonas residenciales de máximo 350 metros cuadrados.
Además, la recogida y entrega de los pedidos deberá realizarse obligatoriamente en el interior de las instalaciones. De esta forma, según apuntan en el Área de Desarrollo Urbano, se garantiza un tamaño reducido de la actividad en edificios de viviendas. En ellas solo podría colocarse cinco o seis fogones, lo que auguran que propiciará que las grandes empresas opten por marcharse a polígonos industriales.
Allí «no tendrán ningún tipo de limitación de superficie» y podrán usar libremente equipos de acero inoxidable para cocinas industriales y material más profesional. Entre ellos destaca el armario de refrigeración, que permite que los alimentos se conserven adecuadamente y se ofrezca una comida de mayor calidad.
Efecto en las cocinas fantasma
El efecto inmediato será la suspensión de la concesión de nuevas licencias tanto para la implantación como para la actividad de almacenaje con reparto a domicilio. No obstante, en el Palacio de Cibeles confían en que un máximo de 12 meses esté concluida la tramitación, durante la cual se pueden presentar alegaciones.
En el Área de Desarrollo y Urbanismo, que dirige Mariano Fuentes, aclaran que en la actualidad hay 10 licencias concedidas en Madrid. Estas permiten la instalación de negocios de restauración sin consumo en el establecimiento, de los cuales sólo cinco han empezado a operar. Aún están pendientes de inaugurar uno situado junto al centro Miguel de Unamuno, que cuenta con cuatro chimeneas junto al patio del colegio. Además, está pendiente de abrir otro con 38 fogones en Prosperidad, ambos precedidos por protestas vecinales.
Sin embargo, el Ayuntamiento determina que los permisos «cumplían las normas urbanísticas vigentes» en el momento de su tramitación, por lo que no se podrán revocar. Además, no se trata de concesiones temporales, por lo que mientras se adecuen a lo autorizado «no caducan».
Fuente: El Mundo
