InicioIndustriaUsan nuevas impresoras 3D para fabricar piezas metálicas muy precisas

Usan nuevas impresoras 3D para fabricar piezas metálicas muy precisas

El paradigma de la fabricación de las piezas metálicas puede cambiar gracias al uso de precisas impresoras 3D.

La impresión 3D ha avanzado increíblemente en muy pocos años, ofreciendo facilidades y apoyo a diversos sectores industriales. Recientemente, unos científicos han demostrado un método de fabricación aditivo para controlar la estructura y propiedades de las piezas metálicas. Este proceso alcanza una gran precisión, nunca antes obtenida con los procesos de fabricación clásicos.

Con la nueva técnica, se pueden dirigir las características de los materiales en cada recodo del interior de la pieza. Esto supone una gran ventaja a la hora de diseñar las piezas metálicas, pues amplia todas sus posibilidades. De este modo, este nuevo método de fabricación ayudará a fabricar componentes más fuertes, más livianos y que sean mejor. Gracias a esto se mejorará la eficiencia industrial de, por ejemplo, el sector del transporte y en el de la producción de electricidad.

El equipo de Ryan Dehoff, del Laboratorio Nacional estadounidense de Oak Ridge (ORNL) en Tennessee, ha demostrado su técnica haciendo uso de un sistema ARCAM. Este método de mecanizado de piezas metálicas hace uso de la fundición por haz de electrones. En él, distintas capas de polvo de metal se funden juntas, con el fin de obtener el relieve deseado en la pieza.

Las piezas metálicas se podrán fabricar de forma mucho más precisa

Los investigadores han demostrado la capacidad de controlar de forma precisa el proceso de elaboración de las piezas que se requieran. Además, esta precisión puede incluso variar la orientación cristalográfica de una pieza mediante la microescala.

La textura cristalográfica es la encargada de establecer las propiedades mecánicas y físicas de un material. Gracias a esto, las piezas metálicas podrán aplicarse desde la microelectrónica hasta los componentes aptos para aguantar grandes temperaturas como las de un motor de avión a reacción. Todo ello conseguido gracias a los ajustes en textura cristalográfica que consigue este novedoso proceso de fabricación.

 Fuente: NCYT

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