El G-20 se reunió ayer en Bali para tratar los temas de actualidad que atañen al mundo. Uno de los principales es la guerra entre Rusia y Ucrania. Entre ellos se encontraban importantes personalidades del panorama internacional de la talla del presidente norteamericano Joe Biden. Mientras que los máximos mandatarios de este foro internacional trataban de mediar en este conflicto algo insólito ocurrió. Un misil balístico de origen desconocido impactaba en Przewodow, una pequeña localidad polaca fronteriza con Ucrania.
De inmediato muchas naciones como Ucrania, Estonia, Lituania o la propia Polonia, entre otras, atribuyeron la responsabilidad de los hechos a Rusia. Saltaron todas las alarmas. La OTAN convocó con urgencia a todos sus miembros en busca de una respuesta. Por su parte, Varsovia decidió reunir, también con carácter de urgencia, al Comité del Consejo de Ministros para Asuntos de Seguridad Nacional para reforzar las defensas del país e investigar a cerca de lo ocurrido.
Como no podía ser de otra forma, este asunto pasó automáticamente a la primera plana de los temas de debate en el G-20. Rápidamente desde Washington se pusieron en contacto con Varsovia. Conversaciones telefónicas entre Joe Biden y su homólogo polaco, Andrzej Duda culminaban un triángulo de intercambio de informaciones entre Indonesia, Estados Unidos y Polonia. Biden fue el encargo de transmitir al G-20 los avances que se iban sucediendo.
“He informado a mis aliados de mis conversaciones con el presidente polaco Andrzej Duda y con el secretario general de la OTAN. Decidiremos juntos los próximos pasos. Hemos hablado también de los ataques de estos días. Son ataques sin conciencia”, afirmaba el presidente norteamericano.
Rusia se defiende
Las primeras informaciones tras la explosión culpaban a Rusia. Desde Moscú no sentaron bien estas acusaciones y las tildaron de “provocaciones” que buscaban aumentar la tensión en Ucrania. El Kremlin aseguraba que se trataba de acusaciones infundadas sin ningún tipo de información certera acerca del asunto.
Joe Biden responde
En respuesta a las declaraciones de Moscú, Joe Biden instó a la prudencia para resolver esta situación y llegar a una conclusión exacta antes achacar culpabilidades. Sin embargo, no le restó responsabilidad a Rusia y condenó sus recientes bombardeos en el este ucraniano.
“Son bárbaros los ataques con misiles que Rusia ha perpetrado contra ciudades e infraestructura civil de Ucrania el martes. Hemos discutido la explosión que tuvo lugar en la parte este de Polonia cerca de la frontera con Ucrania. Desde el G20 hemos instado a Rusia una desescalada, pero ellos sigues escalando en Ucrania. Mientras nos reuníamos, decenas y decenas de ataques se producían en el este del país”, aseguró Joe Biden.
Tras horas de nerviosismo ante un posible aumento de tensiones y escalada en el conflicto llegaron noticias mejores. Las informaciones preliminares sobre la explosión apuntan a que el ataque no se produjo desde Rusia. Todo hace parecer que los proyectiles impactados provienen de la artillería de defensa antiaérea ucraniana en una maniobra de defensa ante el ataque ruso. Las investigaciones sugieren que se trata de un accidente.
Sin embargo, los misiles encontrados se han confirmado que eran de fabricación rusa. Esto se debe a que Ucrania aún guarda armamento ruso, proveniente de su etapa de pertenencia a la Unión Soviética. Tras todas las informaciones, Biden pide prudencia y descarta, prácticamente, un ataque directo de Moscú.
«No quiero decir nada hasta que se complete la investigación. Pero es improbable, analizando la trayectoria, que se tratara de un misil lanzado desde Rusia. Veremos, vamos a averiguar exactamente qué ha ocurrido», concluyó Joe Biden
En las próximas horas se espera que continúen avanzando las informaciones. La OTAN deberá dictaminar una sentencia final en relación a lo sucedido. De momento, parece que el aumento de tensiones y la escalada del conflicto es cada vez mayor.
Fuente: El Mundo