El importe ha subido hasta una media de 212.000 euros. Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía condensan el 64% de los activos.
Las tasaciones hipotecarias de viviendas alcanzaron su máximo histórico en el primer semestre del año. En concreto, se llevaron a cabo 233.300 operaciones, lo que significa que incrementaron un 57,3% en relación al mismo periodo de 2020, según los datos de la Asociación Española de Análisis de Valor que culpa a la demanda acumulada que se ha originado por la pandemia.
La secretaria general de la AEV, Paloma Arnaiz, esclarece que «responde a la canalización de la demanda embalsada durante los meses de confinamiento del año 2020 y refleja el buen dinamismo del sector inmobiliario«.
Los expertos observan que las tasaciones están recuperándose en forma de “V”, siendo más evidente en el segmento hipotecario de viviendas, oficinas, locales o naves industriales. Es el caso de la tasación de inmuebles en Madrid, que ha conseguido liderar y despuntar por delante de los demás puntos de la geografía española.
El importe de las mismas también se ha incrementado, hasta alcanza la cifra promedio de 212.000 euros, lo que supone un 3,8% más que el año anterior. Este valor ha ido creciendo desde el año 2014, ya que los precios de mercado se han gravado y los inmuebles tasados pasan a ser en mejores zonas y de un mayor tamaño.
Madrid, a la cabeza
Por comunidades autónomas, Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía aglomeran cerca del 64% de los activos justipreciados. En el caso de las ciudades, el peso de las tasaciones inmobiliarias en Madrid y Barcelona representa el 9,3% del total. También se ha podido observar un mayor número en los municipios que cuentan con una población superior a 500.000 residentes.
A pesar de los provechosos datos, desde la AEV observan y ponen sobre aviso la «anomalía estadística» que supuso el pasado año, como consecuencia directa de la paralización en el sector que ocasionó el coronavirus y prefieren comparar las cifras semestrales de 2021 con los datos de años más normales como 2018 o 2019.
Fuente: ElEconomista