México implementará una prohibición integral de las grasas trans en alimentos y bebidas a partir de septiembre de 2023, una medida que busca mejorar la salud pública y reducir las muertes relacionadas con su consumo.
A partir de la segunda semana de septiembre de 2023, México implementará una prohibición integral de las grasas trans en alimentos, bebidas, aceites y grasas comestibles. Esta medida, resultado de una reforma en la Ley General de Salud, tiene como objetivo mejorar la salud pública y reducir las muertes relacionadas con el consumo de grasas trans, que ascienden a más de 13.000 al año en México y cerca de 500.000 en todo el mundo.
La prohibición y su alcance
La Cámara de Diputados aprobó el artículo 216 bis de la Ley General de Salud en materia de regulación de ácidos grasos trans o grasas trans el 9 de febrero pasado. La acción legal prohibirá los ácidos y grasas trans añadidos en productos comestibles, limitando su contenido a no más del 2% del total de ácidos grasos.
La prohibición afectará a una amplia gama de productos, incluyendo patatas procesadas, galletas, pasteles, helados, bollería, pollo frito, pizzas congeladas, palomitas para microondas, salsas y manteca vegetal. En cuanto a las bebidas, se prohibirán refrescos, café y té con crema, zumos artificiales, cócteles sin alcohol con crema, leches con alto contenido en grasas, bebidas hechas a partir de helado y aguas de sabores endulzadas con azúcar.
¿Qué son las grasas trans?
Las grasas trans son un tipo de grasa que se encuentra en alimentos procesados y ciertos aceites vegetales. Hay dos tipos: las naturales, producidas en el intestino de algunos animales, y las artificiales, creadas industrialmente al agregar hidrógeno a los aceites vegetales líquidos para solidificarlos.
El consumo de grasas trans puede aumentar las concentraciones de colesterol en la sangre y el riesgo de padecer una cardiopatía. Además, son más económicas y duraderas, lo que las hace atractivas para la industria alimentaria y los restaurantes.
Impacto en la industria y la salud pública
La prohibición tendrá un impacto significativo en la línea de producción de múltiples empresas en México. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud respalda la medida, ya que las grasas trans empeoran la salud y son responsables de numerosas muertes.
Francisco Acosta Santiago, consultor de asuntos públicos, señala que la dieta mexicana se basa en comidas con alto contenido calórico de carne, cereales y grasas. Argumenta que no solo se deberían regular los alimentos ultraprocesados, sino también promover políticas educativas públicas de alimentación.
Otras acciones del gobierno
Esta política se suma a otras dos acciones del gobierno enfocadas en la reducción y combate al sobrepeso y la publicidad de estos productos: el etiquetado, que señala los altos niveles de azúcares, calorías y sodio, y la prohibición de cierta publicidad, como los personajes asociados a ciertos cereales y papas procesadas.
Críticas y consideraciones
A pesar de la prohibición, algunos críticos consideran que la medida no aborda la causa determinante del problema. Acosta Santiago sugiere que lo clave debería ser el ejercicio, la dieta saludable, la educación alimentaria y los programas sociales para educar sobre esto y brindar alternativas sanas. También critica que estas políticas dejan una importante responsabilidad a los privados en vez de realizar campañas educativas.
La ley de grasas trans en México representa un paso significativo en la lucha contra las enfermedades relacionadas con la dieta y el estilo de vida. Aunque la medida es bienvenida por muchos, también plantea desafíos y preguntas sobre su implementación y eficacia. La combinación de regulación, educación y promoción de hábitos saludables será clave para lograr un impacto positivo y duradero en la salud pública.
