Sequía devastadora: España enfrenta la peor cosecha de cereal en décadas, aumentando la necesidad de importaciones y planteando desafíos económicos y logísticos sin precedentes.
La sequía ha golpeado fuertemente a España, llevando al país a enfrentar la peor cosecha de cereal en décadas. La producción se ha reducido a menos de la mitad de lo habitual, y la situación se agrava aún más por los ataques de Rusia a los puertos de Ucrania, desde donde se exporta el grano.
Una cosecha desastrosa
Las estimaciones más pesimistas apuntan a una producción de 5 millones de toneladas, un 67% menos que los 15,5 millones del año pasado. José Roales, responsable del sector de cereales de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), recuerda que «venimos arrastrando ya una cosecha mala del año pasado y este año incluso es peor».
La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) asegura que «históricamente nunca hemos tenido una cosecha tan mala». La magnitud de la catástrofe provocada por la sequía en el campo español es evidente, y los agricultores están preparando la nueva cosecha con la tesorería temblando.
Impacto en los precios y el mercado global
Los precios del cereal han repuntado un poco, pero se han estancado e incluso están a la baja. Si Ucrania cierra, el grano tendría que ser importado de Brasil o Argentina, aumentando el costo del transporte. A diferencia del mercado del aceite de oliva, la producción de grano en España no influye en el precio mundial de los cereales. «Nuestros precios los marca la importación y las posiciones geoestratégicas y geopolíticas», recuerdan desde Asaja.
Desafíos logísticos y geopolíticos
La situación se complica aún más por los ataques de Rusia a los puertos de Ucrania y la decisión de no prorrogar el acuerdo que permitía la exportación de productos agrícolas por el Mar Negro. Aunque hay desafíos logísticos, los organismos internacionales afirman que no hay riesgo de desabastecimiento. Sin embargo, esto representa un gran reto logístico y podría aumentar los costos de importación.
Repercusiones en la industria panadera
Desde la Confederación Española de Organizaciones de Panadería (Ceopan), no temen que la corta cosecha en España tenga repercusión en el abastecimiento de materia prima para la elaboración de sus productos. Eduardo Villar, presidente de la patronal, explica que «al final las grandes distribuidoras se buscan la vida para el trigo de todas las partes del mundo y en el mundo de la panadería no peligra el suministro de harina».
Llamado a la acción
Se reclama un «pacto nacional para la sequía» que involucre a todos los niveles de la Administración y las organizaciones agrarias, así como un «plan estratégico para la proteína». La situación es delicada, y en caso de que fallen uno o dos países productores, las cosas podrían complicarse aún más.
La crisis en la cosecha de cereales en España es una situación sin precedentes que requiere una acción urgente y coordinada. La sequía, combinada con los desafíos geopolíticos y logísticos, ha creado una tormenta perfecta que amenaza la economía agrícola y la cadena de suministro. La necesidad de un pacto nacional y una estrategia clara nunca ha sido más apremiante. La resiliencia y la innovación serán clave para navegar en estos tiempos turbulentos y asegurar que España pueda superar este desafío agrícola y económico sin precedentes.
