Después del tabaco, una mala dieta es la segunda causa prevenible de la aparición de cáncer en nuestro organismo
El cáncer es provocado por mutaciones en el ADN de nuestro organismo. Estas mutaciones no pueden ser controladas y, por lo tanto, es imposible saber si en un futuro tendremos cáncer o no.
Pese a esto, existen ciertos hábitos como fumar, estar expuesto a radiación o algunas sustancias químicas, la obesidad o una vida poco saludable que fomentan la aparición de estas mutaciones que posteriormente se convertirán en tumores.
En el caso de la alimentación, llevar una buena dieta previene el 35% de los tumores, según Paula Jiménez Fonseca, oncóloga médica del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), y Belén Álvarez, química y farmacéutica especialista en nutrición.
Alimentos que pueden provocar la aparición de cáncer
Entre los alimentos o sustancias que pueden aumentar la posibilidad de que un tumor aparezca en el organismo encontramos: aditivos, dietas ricas en grasas y frituras, azucares refinados, carne roja y ahumados.
Aditivos
Entre los aditivos más utilizados en los alimentos aparecen los antioxidantes, conservantes, colorantes, edulcorantes y potenciadores del sabor. Tras la realización de varios estudios se ha determinado que los aditivos con efecto cancerígeno son:
- E-230 bifenilo, E-231 ortofenilfenol y E-232 ortofenilfenato sódico. Estos conservantes se aplican sobre la pulpa de cítrico y se piensa que pueden estimular la aparición del cáncer de vejiga.
- E-284, ácido bárico y tetratonato sódico. Se utilizan como conservante del caviar y es tóxico para el sistema nervioso.
- E-249, nitrito potásico y E-250, nitrato sódico. Estos aditivos se utilizan en el curado de algunos productos cárnicos, pero el consumo de frutas y verduras puede contrarrestar sus efectos negativos.
Grasas saturadas y trans
La obesidad y la escasa actividad física puede producir un desajuste en nuestra actividad hormonal y niveles de insulina. Entre los tumores que puede generar una alimentación basada en el consumo de grasas saturadas y grasas trans aparecen el cáncer de mama, próstata, útero, colorrectal, riñón y páncreas.
La ingesta de grasas saturadas no debería superar el 10% de la alimentación y actualmente un 88% de la población tiene un consumo de grasas excesivo.
Azúcares refinados
La bollería, los pasteles, las tartas y demás productos de repostería contienen altas concentraciones de azúcares y de grasas, y escaso aporte de nutrientes, por lo que su consumo debe ser excepcional. Sobre todo, se debe evitar la bollería industrial que además de tener una mayor concentración de grasas incluye numerosos aditivos perjudiciales para el organismo.
Carne roja
Consumir carne roja más de una o dos veces por semana aumenta el riesgo de padecer cáncer colorrectal. A su vez, hay evidencias científicas que sugieren que también aumenta el riesgo de cáncer de esófago, estómago, pulmón, páncreas y útero.
Ahumados
En el humo existen compuestos perniciosos como los hidrocarburos aromáticos policíclicos. Este método de cocina está directamente relacionado con el cáncer de estómago.
Fuente: Cuidateplus