Gerard Piqué es uno de esos jugadores que marca una época. En el FC Barcelona ha dejado una imborrable. Su adiós llega después de disputar unos buenos 85 minutos frente al Almería en el Camp Nou que culminaron con una sonora ovación tras ser sustituido por Andreas Christensen. El central se despidió de la afición entre lágrimas en un emotivo discurso al finalizar el encuentro.
El partido frente al Almería se saldó con un 2´0 en el marcador y sin ningún tipo de complicación adicional. El conjunto andaluz plantó cara al Barcelona en la primera parte, pero no fue capaz de resistir el asedió culé en la segunda mitad. Pero los focos no estaban puestos sobre el juego en el verde, la estrella no era otra que Gerard Piqué.
El público no quitaba el ojo sobre el central y el murmullo se hizo palpable cuando en el minuto 7 el colegiado pitó penalti para el cuadro dirigido por Xavi. La afición quería un último gol de Piqué, pero este se lo cedió a Robert Lewandowski. El polaco finalmente erró la pena máxima.
Xavi, consciente de que un jugador de su calibre necesita una despedida a su altura, decidió retirarlo del terreno de juego en el 85 para que el Camp Nou pudiera ovacionarlo como se merece. Aquí llegó su mayor momento de protagonismo. Entre abrazo y abrazo con todo futbolista que se cruzara, Piqué se retiraba del campo. Recibió el cariño de la afición, compañeros y rivales para finalmente fundirse en un emotivo abrazo con Xavi.
El principal motivo de la apresurada retirada es la aprobación en el Congreso de la nueva Ley General del Deporte. Esta legislación prohíbe los vínculos comerciales entre futbolistas y federación o competición de carácter estatal. Piqué al estar inmerso, a través de su empresa Kosmos, con Rubiales y la realización de la Supercopa de España, se ve directamente afectado por esta nueva ley.
Otro motivo de menor influencia son la polémica en la que se ha visto envuelto por su complicada vida personal. Su alto salario que pone en aprietos económicos al Barcelona es otra razón de peso para forzar su salida
El central culé tiene claro que su futuro sigue siendo blaugrana y tiene pensado volver para ocupar otro cargo distinto. No es un adiós, sino una hasta luego. “Ahora se abre un abanico de mil cosas. Tengo que organizarme un poco. Creo que esta es mi casa. Nací aquí y volveré. Era momento de separar caminos por un tiempo. Volveremos con más fuerzas”, afirmó Piqué ante los micrófonos de DAZN.
Con 616 partidos, 30 títulos y 53 goles a sus espaldas, Gerard Piqué cuelga las botas de una carrera futbolística sinigual llena de gloria y amor a los colores azulgranas. Su trabajo le ha convertido en todo un referente e ídolo del FC Barcelona.
Fuente: Marca
