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La Pastelería Martina de Zuricalday Bilbao, el “comercio más longevo de la Villa de Bilbao” con casi 200 años de vida

El Ayuntamiento de Bilbao ha querido premiar su trabajo, constancia y esfuerzo en el mantenimiento de la historia de la Villa

Las pastelerías Martina de Zuricalday Bilbao han sido reconocidas como el comercio centenario más antiguo de la Villa de Bilbao por el propio Ayuntamiento de la cuidad y su alcalde. Han querido honrar el trabajo, la constancia y el esfuerzo de esta familia y su equipo a lo largo de sus seis generaciones al frente de este emblemático comerciocada mañana durante casi 200 años, contribuyendo a mantener viva la historia de Bilbao.

Hablar de Martina de Zuricalday son palabras mayoresEsta pastelería bicentenaria abrió su primer obrador en la calle Ronda del Casco Viejo bilbaíno en 1830, dando sentido al concepto “De Bilbao de toda la vida”. Con casi 200 años de recorrido a sus espaldas, Martina de Zuricalday Bilbao es una de las primeras pastelerías artesanales de todo el territorio español y la primera de Euskadi.

Su fundadora, María Ramona Martina de Zuricalday Eguidazu fue la única de cinco hermanos que se interesó por el negocio familiar, una confitería y fábrica de chocolate, junto con su marido José Bayo. Habiendo sido madre de 11 hijos, tras el fallecimiento de su padre, se hizo cargo del comercio que transformó en una pastelería a la que puso su nombre, convirtiéndose en un lugar de reunión a finales del siglo XIX y principios del XX. Al fallecer su marido, por las normas de la época se vio obligada a poner el negocio a nombre de uno de sus hijos, sin dejar de ser su directora y ocuparse de todos sus aspectos.

Conservando su forma de trabajo tradicional y siguiendo sus recetas maestras secretas, escritas de puño y letra por la propia Martina, hoy siguen elaborando diariamente de forma manual todas sus creaciones en su obrador de Bilbao. Cada mañana eligen sólo los mejores ingredientes naturales; amasan, hornean y decoran uno a uno cada dulce. A mano y a fuego lento. Como lo han hecho siempre desde 1830. Y eso, se nota.

Desde siempre lo más importante es la calidad de sus productos y ofrecer un trato personalizado y muy cuidado a sus clientes. Es sinónimo de tradición, artesanía, cercanía y calidad. Y también dulzura saludable. Es ilusión e infancia, meriendas con los abuelos, peleas con ama por no querer abandonar el escaparate una tarde más.

Entre sus especialidades destacan el bollo de mantequilla, el pastel de arroz, la palmera de chocolate y la carolina en todos sus tamaños, la bomba y todo pastel o tarta que lleve su inigualable crema pastelera, sus irresistibles trufas, sus más de 25 variedades de pastas de té, el bizcocho noruego, el pastelito surtido y las tartas grandes y de ración, de las que cuentan con una amplia variedad para todos los gustos y momentos, sin poder olvidar su inigualable y emblemática Tarta Espinaca, con la que seis generaciones de familias han celebrado cada navidad como la primera. También destacan en estas fechas su inigualable roscón de reyes, sus preciosas cestas de navidad elaboradas con sumo cariño por todo su equipo y sus turrones de Soconusco y Caracas, traídos y adaptados de las Américas en el siglo XIX por Martina de Zuricalday. Gracias a ella y a su turrón Soconusco, es el Turrón de Bilbao.

Junto a esos productos que siempre perduran, han sabido introducir nuevas especialidades realmente sofisticadas y elegantes. ¡Y siempre deliciosas! Son “financiers”, “madeleines”, tartas de ensueño, “macarons”, galletas, “brioches”, “muffins”, “cupcakes”, etc. Responden así a las fiestas infantiles, a tendencias como “babyshowers”, a bodas en las que se cuida hasta el último detalle, desayunos de trabajo, meriendas entre amigos, bautizos, comuniones… 

Todo el equipo brinda una atención personalizada para elegir el dulce soñado. Desde una pequeña caja con una sorpresa, a una gran mesa dulce con un color o temática específicos y que deja sin palabras. Sin olvidar que se ocupan de detalles para que cualquier evento (las bodas, bautizos, comuniones, etc.) sea, efectivamente, inolvidable. “Haute Couture Gourmet”.

Desde siempre, una de sus máximas es combinar en sus productos más tradicionales y emblemáticos con los más modernos y actuales.

A lo largo de su trayectoria profesional han recibido diferentes premios y reconocimientos: en 2013 recibieron el “Premio a la Tradición con Futuro”; el 2015 fueron nombrados por el Ayuntamiento de Bilbao como “Ilustres de Bilbao” por su tradición y buen hacer endulzando Bilbao desde 1830; en 2021 recibieron el premio a la “Excelencia en gastronomía” en Euskadi; y en 2022 el reconocimiento al “Comercio centenario más longevo de la Villa de Bilbao”.

Este último viene de la mano de la iniciativa “EHUN Betiko dendak betirako – Comercios de toda la vida y para toda la vida” que homenajea a 61 comercios de más de 90 años de vida ubicados en los barrios de Abando, Ibaiondo, Rekalde, Uribarri y Deusto, persiguiendo dos objetivos: reconocer su trayectoria y ofrecer apoyo y asesoramiento en diversas áreas como marketing, recursos humanos y financiera para favorecer su continuidad en la ciudad.

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